La verdad sobre las manzanas y tu salud

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El dicho “una manzana al día mantiene alejado al médico” se ha convertido en una frase familiar, pero ¿es realmente cierta? Si bien comer una manzana todos los días no garantiza una salud perfecta, ciertamente puede contribuir a ella. El origen del dicho se encuentra en un proverbio galés que fomenta el consumo de manzanas antes de acostarse para protegerse de las enfermedades y, si bien las manzanas no son una cura mágica, ofrecen una variedad de beneficios para la salud.

Por qué las manzanas son buenas para ti

Las manzanas tienen un aporte nutricional y ofrecen una variedad de compuestos que pueden tener un impacto positivo en su bienestar. Aquí hay un desglose de las formas clave en que las manzanas pueden ayudar a su salud:

1. Apoyar la salud del corazón

Las manzanas son una buena fuente de fibra soluble, que desempeña un papel crucial en el control de los niveles de colesterol. Este tipo de fibra puede ayudar a reducir las lipoproteínas de baja densidad (LDL), a menudo denominadas colesterol “malo”. Los niveles altos de LDL pueden provocar la acumulación de placa en las arterias, lo que aumenta el riesgo de problemas cardíacos.

Más allá de la fibra, las manzanas contienen polifenoles, compuestos vegetales asociados con un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular. Estos compuestos actúan para proteger el corazón y el sistema circulatorio.

2. Manejo del riesgo de diabetes y azúcar en sangre

A pesar de su dulzor, las manzanas tienen un índice glucémico (IG) bajo. Esto significa que no provocan picos rápidos en los niveles de azúcar en sangre. La fibra de las manzanas ralentiza la absorción de azúcar, lo que promueve niveles de azúcar en sangre más estables.

Además, los polifenoles de las manzanas pueden mejorar la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina de forma eficaz, que es esencial para regular el azúcar en sangre.

3. Proteger tus células del daño

Las manzanas son ricas en polifenoles y vitamina C, y ambas actúan como poderosos antioxidantes. Los antioxidantes ayudan a proteger las células del estrés oxidativo, un proceso relacionado con enfermedades crónicas como las enfermedades cardíacas y el cáncer. El consumo regular de manzanas puede ayudar a reforzar las defensas naturales del cuerpo contra el daño celular.

4. Reducir la inflamación

La inflamación crónica es la causa fundamental de muchos problemas de salud. Las manzanas contienen quercetina, un tipo de polifenol, que ayuda a reducir los niveles de sustancias que desencadenan la inflamación crónica. Al calmar la respuesta inmune del cuerpo, la quercetina puede reducir el riesgo de afecciones relacionadas con la inflamación, como la artritis y la presión arterial alta.

5. Apoyar un intestino sano

Las manzanas contienen pectina, una fibra natural y un agente espesante. La pectina actúa como prebiótico, alimentando las bacterias beneficiosas del intestino y promoviendo su crecimiento. Un microbioma intestinal próspero favorece la digestión, reduce la inflamación, fortalece el sistema inmunológico e incluso puede influir en el estado de ánimo y el bienestar mental.

6. Controlar el peso

Las manzanas tienen un alto contenido de agua y fibra, lo que contribuye a la sensación de saciedad y potencialmente reduce la ingesta total de calorías. Los estudios han demostrado que las personas que comen manzanas con regularidad tienden a tener una dieta de mejor calidad y tasas de obesidad más bajas, especialmente en los niños. Los polifenoles de las manzanas también pueden ayudar a reducir la grasa visceral, el tipo de grasa abdominal relacionada con problemas metabólicos.

7. Potencialmente reducir el riesgo de cáncer

Si bien no es una protección garantizada, incluir manzanas en su dieta podría contribuir a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Las investigaciones han relacionado el consumo regular de manzanas con un menor riesgo de cáncer de mama, pulmón y colorrectal. Los polifenoles de las manzanas pueden ayudar a prevenir la multiplicación celular anormal y desencadenar la muerte de las células dañadas.

8. Apoyar la salud del cerebro

A medida que envejecemos, el cerebro se vuelve cada vez más vulnerable al estrés oxidativo y la inflamación, lo que puede contribuir a problemas de memoria y demencia. Los antioxidantes de las manzanas, en particular la floretina, pueden ayudar a proteger las células cerebrales de este daño y reducir la inflamación asociada con el deterioro cognitivo.

Cuando las manzanas pueden no ser ideales

Para la mayoría de las personas, las manzanas son un complemento saludable a una dieta equilibrada. Sin embargo, hay algunas consideraciones:

  • Gota o ácido úrico alto: El contenido de fructosa en las manzanas podría empeorar los síntomas de las personas con gota o niveles elevados de ácido úrico.
  • Dietas bajas en carbohidratos: Una manzana mediana contiene alrededor de 25 gramos de carbohidratos, un factor a considerar para quienes siguen dietas bajas en carbohidratos o cetogénicas.
  • Problemas digestivos: La fibra de las manzanas a veces puede causar hinchazón o malestar, especialmente en personas con problemas digestivos existentes o que siguen una dieta baja en fibra.

En última instancia, si bien “una manzana al día” no es una cura mágica, incorporarlas a tu rutina puede contribuir a una mejor salud general. Una dieta rica en frutas, verduras y otros alimentos integrales es una inversión que vale la pena para el bienestar a largo plazo.